Se ha escrito mucho sobre los mitos del romanticismo y sobre cómo se van desarrollando dinámicas dentro de la relación que acaban siendo tóxicas para ambos miembros de la pareja. Pero también es importante prestar atención a nuevos recursos que nos enseñen cómo podemos tener una relación sana.
Es por ello que teniendo en cuenta a diversas referentes como Coral Herrera Gómez, he decidido exponer algunos puntos clave que pueden ayudar a analizar si nuestros vínculos son sanos o si necesitamos ir adaptando la relación a lo que necesitamos individualmente y como pareja.
Las siguientes afirmaciones no solo no son excluyentes unas de otras sino que además todas ellas se van complementando y cada persona puede interiorizar la información que considere relevante para su relación.
Tengo mis propios espacios para estar sola, salir con amistades y hacer planes sin mi pareja.
Mantengo mi propia identidad y no sólo no la pierdo con mi pareja, sino que voy redescrubiéndome y potenciando lo que más me gusta de mí.
Todas/os tenemos inseguridades y miedos. Pero se las comunico a mi compañer@ sin reprochar ni culpabilizar.
Que tu pareja no sea el único apoyo que tengas. Porque al final puede haber una sobrecarga de cuidados que no deje espacio para disfrutar.
Aprendo, acepto y respeto las diferencias que haya y no pretendo que uno de los dos ceda siempre, sino llegar a un acuerdo con el que ambos nos sintamos bien.
Antes de tener una relación, analiza cómo te sientes contigo mism@ y si estás list@ para crear un vínculo sano que no arrastre heridas abiertas del pasado.
La confianza es un valor muy importante que se puede romper con facilidad. Intenta tener una comunicación fluida y honesta para que se fortalezca.
No es necesario ponerle nombre al tipo de vínculo pero sí establecer qué esperamos de esa relación y que límites son importantes para cada uno.
En las relaciones sexuales hay reciprocidad y consideración entre ambos para que disfruten de la intimidad que quieren.